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Capitulo 7
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Capitulo 7 CAPITULO 7 Antes de comenzar quiero adelantar algo respondiendo a algunos mensajes que he recibido.Los que esperen el capitulo en el que Monica y yo nos liamos que no se hagan ilusiones.Eso nunca pasó y, dado que esta es una historia real, no me parece ético inventarme una relación que no ocurrió.Situaciones morbosas si las hubo, como leereis, pero relación sexual no. Evidentemente los dialogos no del todo exactos.No tengo tanta memoria. Pero si reflejan las situaciones y momentos vividos. Hecha esta aclaración continuo. Me desperté a la mañana siguiente por los besos que me daba la “novia casadera” con la que había liado el dia anterior para calmar mis ardores. -A ver como salgo de esta.-pensé. Me levanté, me duché, me vestí y la dije que llegaba tarde a un examen. Era una forma de ganar tiempo. Salí con prisa y me fuí a la universidad a desayunar. No ví a Pedro pero casi que me daba igual.Yo andaba bien de dinero. Me pasé la mañana comprando los apuntes de las clases a las que no iba que eran la mayoria. Se hacía la hora de comer y Pedro seguía sin aparecer. A la 1 y media busqué una cabina y llamé a Mari Carmen. -Pedro no aparece.-dije. -Ha tenido que irse a su pueblo.Asuntos personales.-respondió. - Pues no creo que sea buena idea que vaya en taxi.¿No crees? -Y has pensado en que Monica te recoja.¿Cierto?.-dijo con evidente ironía. Era cierto pero yo no lo iba a reconocer. -Pues es una buena idea, Mari Carmen.Ahora entiendo por que eres la jefa.-dije con una sonrisa absurda ya que ella no me podía ver. -No me des coba.Menudo caradura estás hecho, Carlos.dijo.-La diré que pase por la Universidad a recojerte. -Si pasa pronto la invito a comer.¿Eso si está permitido no?. -Lo dicho.-respondió Mari Carmen.-Vaya cara más dura. -Comer pero solo eso.-añadió.Ella tiene que estar aquí a las 4 de la tarde. -No hay problema.-respondí. Veinticinco eternos minutos esperandola. Y apareció. Me hizo un gesto desde el coche y subí. Mi primera expresión al verla fue.. -Que barbaridad. -¿Pasa algo, Carlos?.-preguntó mientras iniciaba la marcha. Vaya si pasaba.estaba increible.Llevaba puesta una blusa que a cada movimiento parecía que se la fuese a abrir y, evidentemente noté que no llevaba sujetador. Y una falda corta entallada que se le subia cada vez que movía las piernas al manejar los pedales. Estaba preciosa.Sexi pero con muy buen gusto al vestir. -Como pongas esa falda en lejía y encoja no vas a dejar nada para la imaginación.-fué lo único que se me ocurrió decir. Ella se echó a reir.Paramos en un semaforo que estaba en rojo y ella notó que no dejaba de mirarla las piernas. Se giró hacia mi y con una mirada la mar de morbosa me dijo. -La respuesta es no. -¿A que pregunta?.-interrogué. -A si llevo algo debajo de la falda.-respondió. -Joder.-Me salió del alma. -¿Esta es otra prueba de Mari Carmen?.-dije colocando con disimulo la mano encima del pantalón para que no se notara mi “alegría”. -No lo sé.Yo solo cumplo ordenes.No pregunto. -Y bien.¿Donde me invitas a comer?.-dijo para calmar los ánimos. -¿Te gusta la comida china?.-pregunté. -Vaya.Baratito.-sonrió Monica.-parece que Onassis está esplendido hoy. -Me gusta la comida<b> china.</font></b>-dije. -Está bien.-dijo Monica.-hay uno cerca del local. Entramos, ella delante para que yo pudiera admirarla bien.Más de uno y más de dos se giraron a mirarla.Alguno se llevó un codazo de su pareja. Nos sentamos y pedimos. Yo practicamente no comí casi nada.Mirando el movimiento de su blusa y sabiendo que debajo de la falda no llevaba nada cualquiera comía. -Relajate, Carlos.-dijo.No estás comiendo.No te preocupes que solo tu y yo sabemos aquí que no llevo ropa interior. -Ya.-respondí.-Y diciendome eso crees que arreglas algo.-sentencié. Ella siguió comiendo y yo seguí mirando.Ella seguía sonriente y yo semisudando. -Deja caer un cubierto al suelo y mira debajo de la mesa subiendo el faldón.-dijo. Lo hice.Levanté el faldón de la mesa un poco y miré. Ella abrió un poco las piernas para que viera el espectaculo. Me incorporé de golpe y puse el faldón sobre mí.Aquello era demasiado ya. -Esto es la venganza de Mari Carmen por haberla hecho pagar el champagne.¿Me equivoco?.-pregunté. -No me respondas.-segui.-Ya lo sé.Tu solo obedeces.No haces preguntas. -Ahi te equivocas.-dijo.-esto lo he hecho porque me apetecía. -Pues podrías cruzar las piernas, guapa. -Una sumisa jamás cruza las piernas ante un AMO.-fijó su mirada en mí. Me quedé callado pero más caliente que las nalgas de un camello en Agosto. Salimos del restaurante.Para los que quieren conocer todos los detalles pagué yo.Esta vez si. Llegamos antes de lo previsto al local. Mari carmen nos llamó. Monica con su ya habitual rutina en posición y yo de pie. -Bien, Carlos.-empezó.-vamos a aprovechar que has venido con tiempo. -Tu y Mónica ireis a la habitación 2.Tienes que aprender otras disciplinas.Sigue sus consejos.Ella es muy buena. -Lo es y lo está.-pensé.- pero no dije nada. -Gracias, AMA.-dijo Monica. La habitación 2.Lo cierto es que tenía mucha curiosidad. Entramos y la diferencia entre la 2 y la 1 era abismal. -Ve mirando.Voy a cambiarme.-dijo Monica. Me quedé solo. La habitación era tan grande como la otra.Habia una silla con un “misterioso” agujero en el asiento.Tambien había una mesa con muñequeras sujetas a cadenas.Y una extraña polea manual.Me recordaba al potro de torturas que había visto en alguna pelicula. Tambien aquí habia ganchos en el techo y en el piso con polea y un armario repleto de artilugios.Fustas, latigos de diferentes tamaños pero todos ellos de tiras, varias varas de madera acabadas con un mango redondo como si fuera un bastón. Pero lo que más me llamó la atención fué una especie de paleta de madera.Por un lado lisa pero por la otra con una especie de adornos metalicos que sobresalían de la paleta. Había muchas pinzas de madera.Y todas ellas tenían un agujero en las patillas.Había un montón de velas y una caja llena de agujas todas ellas individualmente empaquetadas. Una de las velas era roja y muy grande y la cojí. -Las velas.La tortura más excitante posiblemente.-dijo Monica que acababa de entrar.-Y al mismo tiempo puede ser la peor. -No entiendo.-dije. -Según la composición de la vela la temperatura es diferente.Y el tiempo de calor tambien.-prosiguió. -Las velas de parafina las mejores.-explicaba.-el dolor es moderado y no deja marcas.se puede prolongar el castigo y llegar a sitios que con otras no debes.Las de cera de abeja las peligrosas.esas dejan señal y el dolor es terrible.No es recomendable usarlas. -¿Y como las distingo?.-dije. -No te preocupes.-siguió.-Aqui no hay de esas.Recuerda que nuestras clientas quieren castigo pero nada de marcas que duren mucho. -Continua.-dije. A pesar de no dejar marcas según la altura desde que dejes caer la cera el dolor aumenta o disminuye.Es bueno cuando la utilizes dejar caer una primera gota sobre la clienta y según su reacción sabes si has de subir o bajar la mano.La cera se puede utilizar en casi todo el cuerpo. Nunca en la cara, en el interior del coño ni del culo. En la rajita del culo sin embargo da mucho morbo.Mucho cuidado con las gotas en el clitoris.A algunas las encanta.A otras no. -Entiendo.-dije.-Esto no se puede practicar con maniquies. -En su momento lo probarás...conmigo.-agregó. Vaya silencio que se produjo.A mi ya me importaba un pimiento que se me notase “el bulto”. -¿Y la paleta?.-pregunté.Me imagino para que se utiliza pero es diferente por ambas caras. -Por ahi vamos a empezar.-dijo.-Atame. (continuará. |
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